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“AL DENTE”: Ni crudos, ni recocidos. Entrevista a Marcelo Álvarez

Por: Hans Gutierrez.

Marcelo Álvarez, es un reconocido facilitador y documentador gráfico chileno que inspira a muchos en latinoamérica (me incluyo) desde hace buen tiempo con sus maravillosos gráficos, producto de su exigente forma de entender el trabajo.

Ojo! utilizo la palabra “exigente” por ser la que más se acerca a la definición de este apasionado del oficio en su incansable búsqueda de la excelencia. Le he visto estudiar libros, citar a los mejores y aprender de otros para perfeccionarse invitándonos para hacerlo también.

Contagia con su entusiasmo e invita a la reflexión. Siendo artista gráfico entiendo que tiene esa mirada incansable de aquellos que ven su obra desde diversos ángulos para convencerse de que su trabajo es por fin completo y ejemplar.

En ese contexto de búsqueda de la calidad y sinceramiento le confieso que lo que yo espero de cualquier documentador/a gráfico/a es descubrir sobre el lienzo un conjunto de dibujos capaces de lograr comunicar lo esencial de la conferencia para la que fue contratado/a. Que, más allá de la hermosura de las líneas, textos y colores, LAS IDEAS sean siempre fácilmente entendibles y recordables.

Frente a esto, Marcelo me respondió: la conversación con el cliente es lo que define el propósito del trabajo. En ésta se recogen cuáles son los parámetros para lograr la pieza gráfica que se desea comunicar. A veces los clientes quieren toda la información posible sin perder detalles, mientras que a otros solo les basta los encabezados o ideas fuerza más resaltantes”.

Bajo esta perspectiva, le comento inquisidor: ¿los registradores gráficos deben contentarse con poco o decidirse por la abundancia como fundamento comunicacional? me responde, “la gráfica tiene que lograr un punto medio, al dente, ni crudos ni recocidos. Hay un punto medio entre la falta y el exceso de información que debemos encontrar”.

Álvarez continúa: “El contenido depende de lo que se acuerde con el cliente. La conversación con él no va con la solución técnica o gráfica sino con la búsqueda del propósito: …¿qué desea hacer con esta lámina, qué desea que pase con su equipo?, eso. El resto ya entra en el campo del registrador”.

Detenemos la conversación ahí para terminar de comer el pollito a la brasa de despedida pues la hora de estar en el aeropuerto llegó y la puntualidad de Marcelo Álvarez es inquebrantable.